En la provincia General Sánchez Cerro, región Moquegua, autoridades locales y organizaciones sociales han decidido iniciar una huelga indefinida desde las 00:00 horas del 3 de diciembre de 2024, en protesta por la contaminación de las cuencas de los ríos Coralaque y Tambo, atribuida a la actividad minera de la Unidad Minera Florencia Tucari, operada por Aruntani S.A.C.
La decisión fue tomada por unanimidad durante una reunión de emergencia en el complejo recreacional Omate, donde participaron la alcaldesa provincial Flérida Meza Ramos, alcaldes distritales, consejeros regionales, representantes del Gobierno Regional de Moquegua y miembros de la población afectada. También asistieron representantes del Valle de Tambo, región Arequipa, igualmente perjudicados por la contaminación.
La alcaldesa Meza denunció que los días 10 de julio, 28 de agosto y 26 de noviembre se registraron eventos críticos de contaminación hídrica, evidenciados por un cambio inusual en la coloración del agua de los ríos, que adquirió tonalidades naranja-amarillentas. Este fenómeno ha provocado pérdida de biodiversidad, impactos graves en la agricultura, ganadería y turismo, así como daños económicos para pescadores artesanales. Además, se detectaron altos niveles de metales pesados en al menos 600 personas que viven cerca de las cuencas, según informó el representante regional Milar Zenteno Mejía.
Entre los acuerdos adoptados, destaca la ampliación de la convocatoria a otras provincias, como Mariscal Nieto e Ilo, y a organizaciones sociales, comunidades campesinas y sindicatos, para fortalecer esta medida de lucha. Los asistentes criticaron duramente al Gobierno Central por no atender esta emergencia ambiental y exigieron un decreto supremo que garantice la remediación de las cuencas contaminadas y la atención inmediata a las comunidades afectadas.
Pese a la gravedad de la situación, la gobernadora regional, Gilia Gutiérrez, no estuvo presente en la reunión, lo que generó malestar entre los participantes. Su ausencia fue percibida como un desinterés ante una problemática que afecta directamente la salud, el medio ambiente y las actividades económicas de la región.
La población de Moquegua se prepara para esta huelga indefinida, con la esperanza de que las autoridades nacionales actúen en defensa de los derechos ambientales y humanos de las comunidades. La lucha por la remediación y la protección de los recursos hídricos se mantiene firme.
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