Sigue el conflicto laboral en mina Andaychagua de Volcan, propiedad de Glencore

De los 1500 trabajadores en la mina polimetálica Andaychagua, situada a 4400 metros de altura en el departamento de Junín, unos 1200 están empleados a través de empresas terceras. En consecuencia, a la decisión del sindicato de Volcan Andaychagua de cambiar sus estatutos para permitir la afiliación de trabajadores tercerizados, la empresa empezó varias represalias y se niega hasta el día de hoy a entrar en negociación colectiva con el sindicato. El sindicato ha puesto una queja contra Glencore ante la Comisión Europea, como informó Ojo Público.

En la queja, el sindicato de Andaychagua, con respaldo del sindicato holandés CNV Internationaal, argumenta que Glencore estaría violando el Convenio 98 de la Organización Internacional de Trabajo sobre el derecho de sindicación y negociación colectiva, así como el tratado de libre comercio entre Perú y la Unión Europea. También, en abril la abogada Gianina Echevarría en representación del sindicato viajó a Suiza para denunciar el caso ante la asamblea de accionistas de Glencore, con apoyo de la coalición MultiWatch.

Después de una huelga de 60 días, el pasado 24 de febrero una decisión del Departamento de Trabajo de Junín obligó al sindicato a terminar la medida de fuerza, y a la empresa a retomar el diálogo. No obstante, la empresa no estará respetando esta decisión, según el sindicato, cuyo nombre completo es “Sindicato de Trabajadores Mineros Metalúrgicos de Andaychagua Volcan Compañía Minera y de las Empresas Especializadas, Contratistas y de Intermediación que prestan servicios en Volcan Compañía Minera – Andaychagua”.

Un informe de CNV Internationaal sobre los derechos de los obreros tercerizados en Andaychagua y Antapaccay de 2020 constata que “se evidencia que hay un importante número de vulneraciones, especialmente aquellas relacionados a algunos beneficios laborales, la temporalidad de los contratos, los recursos que las contratas deberían brindarle a los trabajadores (EPP, capacitaciones y asistencia médica) así como el reconocimiento de sus horas extras de trabajo y la promoción de la sindicalización”.

Según el informe, los trabajadores tercerizados tienen contratos de corto plazo, típicamente de 2 a 3 meses, y están ejecutando las tareas más peligrosas en la mina de socavón, incluso la perforación y voladura de la roca metálica con explosivos. El salario promedio en la más importante empresa contratista, IESA (con casi 800 empleados) era de 2400 soles mensuales, con jornadas de trabajo de entre 10 y 12 horas. Previo a la decisión del sindicato de abrirse a obreros tercerizados, estos estaban prácticamente sin protección sindical.Cabe recordar que Glencore, que compró una mayoría de 55% de las acciones de Volcan en 2017, recientemente tuvo que admitir su culpa en varios casos de corrupción y se encuentra en el centro de la campaña internacional #EspinarNoPuedeEsperar, por la contaminación y violaciones de derechos humanos en Espinar, donde opera su mina Antapaccay.

05 de julio de 2022

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