El día 6 de junio el Complejo Metalúrgico de La Oroya (CMLO) pasó legalmente a manos de 1.305 acreedores laborales, constituidos en torno a la empresa Metalúrgica Business Perú SAC, la cual fue creada para operar lo que queda en pie de la refinería. Esto es debido a que se han dado seis intentos fallidos de venta y liquidación concursal ante INDECOPI durante los cuales sucesivos liquidadores concursales vendieron maquinaria y equipo en desuso del CMLO para poder pagar diferentes deudas y obligaciones como el derecho a la vigencia.
Por otro lado, el liquidador concursal, Consultores A-1 explicó se está finalizando con los inventarios y que además realizarán una inspección para que la entrega se realice sin ningún tipo de inconvenientes. Renato Iriarte, gerente general de la empresa liquidadora, agregó que también están trabajando en la atención de los trabajadores que no se acogieron al proceso de dación en pago, a los que correspondería el 26% del crédito corriente y el 60% del crédito concursal.
Breve historia del CMLO
El CMLO se construyó en 1922 bajo la dirección de la empresa Cerro de Pasco Mining Corporation. Desde aquella fecha la ciudad de La Oroya creció alrededor de este complejo, convirtiéndose en la principal fuente de trabajo de la población. Fue nacionalizada en 1974 durante el gobierno de Velasco Alvarado y privatizada nuevamente en el año 1997, en donde pasa a manos de la empresa norteamericana Doe Run, empresa que asumió compromisos y obligaciones ambientales establecidos en el Programa de Adecuación y Manejo Ambiental Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA), sin embargo, nunca cumplió con la construcción de un circuito de cobre, el cual era fundamental para cumplir con los estándares de salud y medio ambiente. Como consecuencia, la acumulación de contaminación en la zona ha sido sumamente perjudicial para la salud de los pobladores y trabajadores de la Oroya.
El año 2009 Doe Run Perú se declaró en insolvencia por problemas económicos e inició un proceso de reestructuración, lo que llevó a una paralización temporal de sus operaciones, lo que originó una protesta por parte de los trabajadores de la empresa, quienes exigían la reactivación de las operaciones. En este contexto la empresa buscó una nueva ampliación del PAMA, el cuál había sido prorrogado el 2006 y el 2009. El 2012 se presentó una tercera solicitud de prórroga, la cual fue rechazada. Ese mismo año, los acreedores aprobaron una liquidación de la empresa, acordando que en 30 días se nombrará a una firma liquidadora que se encargará de operar la empresa como una unidad y vender el CMLO a un nuevo operador.
Una vez iniciado el proceso concursal, diferentes empresas liquidadoras tomaron protagonismo por ser las encargadas de administrar las deudas, pasivos y activos de la empresa Doe Run Perú hasta que finalmente, el 15 de enero de 2021, la junta de acreedores acordó transferir el CMLO a sus trabajadores luego de 10 años de proceso concursal.
18/07/2022
Visitas: 0